Sobre Valentín Armando King. Julio Requena
Testimonio de Julio Requena sobre Valentín Armando King. 2006
Apreciado
Juan:
Le reitero
que me siento muy pobre de recuerdos como para satisfacer su curiosidad
inquisitiva. Haciendo memoria respecto de Valentín Armando, recordé la última
vez que lo vi. Fue en Caja de Ahorros del Banco de la Provincia de
Córdoba. Él acababa de regresar de la NASA , adonde lo habían solicitado. Como este tema
naturalmente daba para seguir comentándolo, le pregunté si podía ir a visitarlo
a su casa y ampliarlo con más detalles. Accedió, pero me previno que
lo llamara por teléfono porque estaba muy ocupado esos días.
Desdichadamente nunca lo encontré, y así fui olvidando el caso.
La imagen
de K surgió en toda su esplendidez de zahorí cuando un día lo invité a que
fuera a un terreno que me interesaba comprar, en donde yo erigiría mi
futura vivienda. Lo hizo con mucho gusto, observó el terreno (unos 950 metros,
situados en Villa Quisquizacate, Argüello, provincia de Córdoba) y se puso a
caminar con su varita para decirme a qué profundidad se localizaba el
agua, tan importante para mí porque en ese barrio aún no había oficialmente
agua. Casi lo tengo filmado a ese momento. Armando avanzó hasta el medio
justo del terreno, se detuvo, y comenzó a contar en voz alta: "...uno,
dos..." porque a cada número le correspondía un metro, y esta operación la
ejecutaba al unísono con el golpeteo de un pie. Llegó a los 27 metros, y me
dijo: "Acá tenés un lloro, pero lo suficiente para muchos años" Él me
explicó que un 'lloro' era un bolsón de agua. Por supuesto, compré de inmediato
el terreno, y en el lugar localizado por K pusimos una bomba de agua.
No
conozco, actualmente, a nadie que pueda con propiedad ser llamado
parapsicólogo; al contrario, creo que prácticamente ellos son una especie en
extinción, al menos en la zona cordobesa. No sería extraño, porque vivimos una
época de incredulidad en esta fenomenología, bombardeada por el conocimiento
científico y su escepticismo crónico. Lo curioso es que he observado cómo se
cumple el sincronismo jungiano, o lo que llamaría Rupert Sheldrake los
"campos mórficos", es decir, la aparición simultánea de un grupo de
individuos que manifiestan propiedades semejantes. Para mí, la "era"
de la parapsicología en Córdoba transcurre alrededor de la década de los 60, y
hoy está apagada, o sus rescoldos están bien ocultos. En fin, Juan
Gimeno, si no fuera porque se me ocurrió acudir a internet para ver si
obtenía más datos de M y K, nunca me hubiera encontrado con que ya Ud. ha
escrito sobre ellos rescatándolos del olvido.
Quedo,
como siempre, a su disposición para cualquier pregunta, un abrazo:
Julio Requena