Testimonio de una visita a Míster Luck, por Luisa de Toro. 1997
Testimonio de Luisa de Toro sobre una
visita a Míster Luck
Conocimos a Míster Luck en el año 1942 o
1943. Fui con mi marido, con quien me había casado en el año 1940. Ya teníamos
dos hijos, un varón y una nena, y en 1946 tuvimos otra nena.
Voy a relatar lo que recuerdo de él y lo
que le dijo a mi marido, aunque es poco lo que él recuerda.
Yo pasé primero a la consulta. Me hizo
sentar en un sillón. Él se sentó frente a mí en otro sillón. Creo que había al
lado una lámpara de pie. Era una persona alta, delgada, de ojos claros, pelo
ralo entrecano y rubio. Mientras hablaba no me miró a los ojos, sólo miraba
alrededor de mí o detrás de mí. Hablaba pausadamente con acento inglés.
Lo que recuerdo que me dijo sobre mi
persona y lo que iba a suceder en mi vida a grandes rasgos es lo siguiente:
Tendría yo una larga vida (estoy por cumplir 81 años y todavía no me he muerto
ni pienso hacerlo de inmediato), era una persona sana y no tendría grandes
tragedias en mi vida. Mi pasar económico era bueno y no tendría en mi vida
apremios económicos significativos. Siempre tendría de comer.
Le pregunté si tendría más hijos. Me dijo
que posiblemente tendría un hijo más. En el año 1946 tuvimos a nuestra hija
Viviana.
Le pregunté sobre mis aptitudes artísticas
y cómo me iría en mi carrera de pintora. Me contestó que yo tenía talento
artístico pero que por el momento no veía carrera artística. Esto me
desilusionó e insistí: “Míster Luck, yo siempre voy a pintar porque es mi
vocación”. Y me contestó: “Sí, usted siempre va a pintar cuadros, pero no veo
por el momento dedicación ni triunfos en su arte. Al final de su vida, no sé si
será en la pintura pero su trabajo se va a destacar por su gran originalidad”.
Cuando me habló del aura y de los colores
que veía e interpretaba, le pregunté: “¿De qué color ve la mía?” Y me
respondió: “Es azul con reflejos color naranja con destellos”.
Mi marido recuerda poco de esa entrevista.
Le dijo que iba a tener una larga vida y sana, sin grandes sobresaltos. Ha
cumplido 82 años. Que en su negocio no le iba a ir bien, pero sin embargo
siempre tendría para comer. Una frase que repetía habitualmente Míster Luck
era: “El café con leche no le va a faltar”, eso me lo han contado otras
personas que lo conocieron.
A grandes rasgos estas predicciones se han
cumplido.